miércoles, 30 de noviembre de 2011

RISOTERAPIA


Como su nombre indica, obviamente, es una terapia en la que se ríe.

Yo imaginaba un grupo de personas reunidas en una sala obligadas a reír sin más ni más. Francamente yo lo veía bastante complicado, pues yo no soy capaz de reír sin algo que me haga gracia. Y lo veía como algo un poco excéntrico.

Así que cuando se me presentó  la oportunidad de participar en una sesión de risoterapia, la aproveché sin dudarlo, todo en pos de la investigación intelectual. O sea, salir de dudas.

Tras una pequeña presentación de las funciones cerebrales:

El cerebro se divide en dos hemisferios, cada uno controla la mitad inversa del cuerpo y sus funciones están muy bien definidas. (En realidad el cerebro se divide en muchas más partes cada una con su finalidad, pero no hablaré de ellas pues en este contexto no tienen relevancia).

El hemisferio cerebral izquierdo se encarga de la memoria, de la lógica, las matemáticas, mide el tiempo, planea procedimientos paso a paso, verbaliza y contiene la capacidad de leer y escribir. Normalmente está siempre activa, pensando y organizando y proyectando hacia el futuro nuestros actos, con lo cual estamos siempre viviendo en el futuro y nunca desconectamos.
El Hemisferio cerebral derecho controla todo lo relacionado con la creatividad, la percepción, la creación de nuevas ideas, la intuición, trabaja con imágenes, símbolos, sentimientos y nos permite soñar. Nos permite vivir en el momento presente.

Por eso oímos mucho últimamente, que cuando alguien miente dirige la vista hacia la derecha, porque está intentando crear una mentira con el hemisferio derecho del cerebro. Y cuando se dice la verdad que miramos hacia la izquierda porque queremos acceder a los recuerdos y se activa el hemisferio izquierdo.

Los niños pequeños utilizan mucho el hemisferio derecho, ¿quién no ha contemplado a un niño realizar una actividad con tal concentración que el mundo que lo rodea parece haber desaparecido? Ellos no proyectan hacia el futuro, no piensan en lo que tendrán que hacer cuando lleguen a casa, solo disfrutan de estar jugando en el parque, viven el momento.

Y precisamente eso es lo que se pretende lograr con las sesiones de risoterapia. Desconectar la parte lógica y trabajar con la parte creativa para vivir el momento y dejar las preocupaciones y responsabilidades aparcadas durante un rato y relajar la tensión y sentirnos mejor.

Cuando reímos generamos endorfinas, son unas pequeñas proteínas creadas por el organismo, también se les llama “hormonas de la felicidad”, estructuralmente son muy parecidas a sustancias como la morfina, la heroína y el opio, pero careciendo de sus efectos secundarios. Las endorfinas estimulan los centros del placer cerebral que ayudan a mitigar el malestar y el dolor, trabajando como analgésicos. También contribuyen a mantener el sistema inmunitario fuerte y ahuyentan la depresión, haciendo que nos sintamos positivos y más saludables. Mientras reímos, con cada carcajada movemos 400 músculos del cuerpo, así que es tan importante como hacer ejercicio regularmente.

En la sesión de risoterapia debemos empezar por dejar la vergüenza en la puerta y luego realizar unos ejercicios que llamaríamos psicomotrices. En los que intervinieron tanto la expresión corporal como la creatividad. Después de disfrutar, reír y sudar más que en una clase de aerobic durante casi 2 horas, vino la parte del relax.

Tumbados en el suelo nos relajamos con una luz suave y la consigna de relajarnos y reír o no reír, según nosotros mismos. Tengo que decir que al principio todos estábamos calladitos, pero solo hizo falta un pequeño comentario y nos reímos a carcajadas, nos fuimos contagiando unos a otros, hasta que nos dolía el estómago del esfuerzo. 

Como colofón, un ratito de meditación para acabar de templar la mente.

La experiencia fue sumamente satisfactoria, divertida y relajante.

Si alguna vez tenéis la ocasión de asistir a una sesión de risoterapia, aprovechadla.







¡¡¡MUCHAS CARCAJADAS PARA TODOS!!!

jueves, 24 de noviembre de 2011

LA AUTOESTIMA



Es una esfera de luz radiante que anida en nuestro ser.

Es la fuente de nuestra felicidad. Cuando la tenemos bien, nos sentimos seguros de nosotros mismos, podemos aceptar una crítica sin hundirnos, no nos tomamos los giros de la vida a la tremenda, podemos reír y disfrutar de cada momento con alegría. En definitiva ser feliz.

Si por el contrario tenemos la autoestima baja, los problemas son una montaña insalvable, lo vemos todo negro, cualquier comentario es una ofensa imperdonable, la envidia y el rencor dominan nuestros pensamientos y vivimos sumidos en un estado de temor e infelicidad perpetuo. 

Tenemos que valorarnos, querernos y aceptarnos a nosotros mismos, si deseamos que los demás lo hagan.
El tipo de energía que desprendemos es el tipo de energía que atraemos. Si nos sentimos poca cosa, que no valemos, que no somos dignos de recibir amor, atraeremos personas que buscan abusar de los demás para creerse ellos superiores y hacer más grande su ego.

La autoestima es sumamente frágil y no la cuidamos y valoramos como merece, y cuando está por los suelos requiere de mucho esfuerzo volver a tenerla en un nivel saludable.
Por eso cada mañana:

Mírate al espejo sin juzgarte y acéptate tal como eres.
Quiérete.
Si te has equivocado, aprende de ello y sigue adelante sin flagelarte.
El temor a lo desconocido te puede bloquear, los cambios no traen cosas malas, son momentos para aprender y evolucionar.
Evolucionar es mejorar.
No dejes que los miedos de los demás, camuflados en grosería, maldad o rencor, te afecten.

¡¡¡Hoy voy a ser feliz!!!







jueves, 17 de noviembre de 2011

LA APUESTA

Recuerdo que hace un tiempo fue noticia de noticiario televisivo, como un hombre sin trabajo ni hogar, había cambiado 1 clip (sí, un clip de esos para mantener juntas las hojas), por una casa.

Con mi amiga Cristina la discusión la tenemos asegurada. Ella se lo cree todo, y yo no me creo nada. Aunque hubiera realizado 1000 trueques no lo lograría. Contaban que había cambiado un clip por una goma de borrar, bueno vale un clip vale 3 céntimos y una goma 15, hasta yo me habría podido permitir eso, pero nadie cambiaría una goma por algo de un valor muy superior hasta conseguir una casa.

Si fuera tan fácil todos lo haríamos, la mía por favor, que sea de 2 plantas, 1000m2 de jardín y piscina climatizada. ¡Venga ya!

Y como no nos poníamos de acuerdo decidimos hacer un experimento, nada tan osado como querer conseguir una casa, pero si conseguir que un mensaje diera la vuelta al mundo. Hoy día tampoco parece gran cosa, pues estamos hartos de recibir mails que han recorrido el planeta 3 veces y que si rompes la cadena quedarás maldito para siempre.
En fin que con el objetivo definido nos encontramos rompiéndonos la cabeza para hacer un pps que valiera la pena reenviar. No fue tarea fácil, así que optamos por contar lisa y llanamente lo que estábamos haciendo, en espera de que la gente lo mandara a sus conocidos o lo borrara a su discreción.

Analizando el tema más profundamente nos dimos cuenta que si hubiéramos puesto un macizorro y/o macizorra ligeritos de ropa el mensaje se habría difundido ya hasta la Luna, aunque es cierto que es un estilo que no va con nosotras. A todos aquellos que creéis que hacer un pps, que resulte lo bastante interesante como para enviarlo es fácil, os reto a que lo demostréis y luego me avisáis.

Después de terminar el pps y subirlo a la web de almacenaje slideboom, el día 9 de junio del 2011 la difusión, empezando por nuestros contactos.
Un tiempo después ya no podía aguantar más la incertidumbre y empecé a indagar sobre la reacción de nuestros conocidos. Algunos se quedaban en blanco como si  no supieran de que les hablaba, otros decían haberlo enviado pero se les notaba a la legua que mentían y otros decían que no se habían acordado pero que lo harían esa misma tarde.
Resultaron ser unos sondeos alarmantemente desmoralizadores, pues yo entiendo que un extraño no le interese siquiera colaborar, pero que un amigo no haga ni dos clicks al ratón por echarte una mano a mi me resulta sumamente revelador.
Total que creo que el pps ha salido del puerto de mi ordenador y el de mi amiga y de ahí no va a pasar.
Cristina que es un sol optimista, cree que aún queda mucho tiempo para acabar la apuesta y que seguro que el pps va dando saltos por el mundo, aunque nosotras no lo sepamos.

Así que esta es la historia que nos llevó a meternos en este lío.

En honor a la deportividad debo decir que el que lo desee lo puede descargar y mandarlo a los amigos, a ver si vosotros tenéis más suerte que nosotras. Y a ver hasta dónde llega.



Si te estás preguntando que nos apostamos…  mala suerte, no te lo voy a contar.

domingo, 13 de noviembre de 2011

LA CONSPIRACIÓN DEL CALCETÍN

Queridos colegas, amigos y seguidores, hoy voy a adentrarme en un tema muy importante del que nadie se atreve a hablar: La desaparición de los calcetines en la lavadora.

Porque quién no conoce a alguien, que conoce a otro al que le ha pasado.
No hay nada más desconcertante que estar emparejando los calcetines y descubrir que 1 se ha quedado “single”.

Que como buenos homos sapiens sapiens, primero vamos a comprobar que no se haya quedado en el tambor de la lavadora; cuando no lo hayamos, decidimos hurgar en la cesta de la ropa sucia, ahí es donde empieza el pánico. Y nos desesperamos al mirar en la canasta de la ropa limpia a ver si se ha quedado allí escondido.

El miedo aflora cuando decidimos organizar una búsqueda en toda regla por toda la casa, debajo de los cojines del sofá, debajo de los muebles, en las macetas, el susto sería mayúsculo si lo encontráramos en algunos de estos lugares pues significaría que ha criado piernas y se ha ido solito.

Después de poner la casa patas arriba sin resultado alguno, nos damos cuenta que la única explicación lógica es aterradora: ¡La lavadora se ha comido el calcetín!
Está claro que esto es 1 conspiración de las casas que fabrican electrodomésticos que se han aliado con los fabricantes de calcetines.

Muchos pensaréis que los tambores de vuestras lavadoras son una sola pieza maciza por la que no se puede escurrir un calcetín. ¡Eso es lo que ellos quieren que creáis!

Pues las lavadoras llevan implantado el DSP o “Dispositivo de Succión Polarizado”. Este es un sistema muy ingenioso, que camufla una trampilla que se activa al poner en marcha la lavadora (no intentéis verificar su existencia poniendo la lavadora vacía en marcha, yo ya he comprobado que son muy astutos y en esas circunstancias el DSP no se activa), y cuando la máquina acaba el ciclo de lavado, el campo polarizado lo vuelve indetectable.

Muchos se ríen de mi teoría. Algunos para desdeñar esta conspiración aseguran que si fuera cierto se perderían los calcetines a pares y no de 1 en 1.
Angelitos, las Fuerzas de la Coalición de la Franela (FCF), quieren que sepamos el poder que tienen, controlan nuestro consumo de calcetines como un tirano recauda los impuestos a sus vasallos. Si desapareciera un par completo seguramente no nos daríamos ni cuenta, pero si tienes 1 calcetín sin pareja, seguro que te percatas de que algo pasa.

Y si no crees en ello es porque nunca te ha pasado, cuando se te estropee la lavadora y venga un técnico a arreglarla no le quites el ojo de encima, pues son agentes encubiertos de la FCF que pueden instalar el DSP sin que te des cuenta.
Despertad consciencias y rebelaos contra La Conspiración Del Calcetín, neguémonos a caer en sus redes y seguir como borregos sus manipulaciones.

¡Dejemos de usar calcetines!

No me gusta usar zapatos sin calcetines, argumentarás. ¡Quejica! Pues usa sandalias.
Y luchemos juntos contra el engaño y el control.

Si queréis participar en las diferentes actividades anti FCF podéis contactar conmigo en:
www.odioloscalcetines.algodon.com

¡ABAJO LA CONSPIRACIÓN DE LOS CALCETINES!

lunes, 7 de noviembre de 2011

VIVO DENTRO DE UNA CONCHA

Una concha creada por mí, capa a capa desde que era niña. Una concha que me protege  a la vez que me atrapa dentro.

La creé para protegerme del rechazo, la carencia de afecto, el temor al fracaso y la vulnerabilidad emocional.

A la vez que me protegía mostraba una imagen de mi diferente a la realidad.

La realidad es que guardaba en mi interior mis emociones y pensamientos, y mostraba un aspecto feliz mientras sufría por dentro.  Por temor e inseguridad le decía la gente lo que quería oír y me callaba para mí mis pensamientos y opiniones. 

Esta situación satisfacía a los demás, encantados de tener siempre la razón, pero a la larga,  a mí no.

Cuando llega el día en que decides romper la coraza bajo la que te proteges, todo cambia.

A los que te rodean no les gusta. Ellos prefieren que sigas siendo dócil y así poder seguir reafirmando sus egos. Se sienten tan amenazados y desorientados que se comportan como si les estuvieras golpeando con un bate, se ofenden y enfadan y pretenden que tú vuelvas a tus hábitos para que ellos se queden tranquilos y a gusto.

Ahí es donde te das cuenta de lo poco que realmente le importas a la gente que te rodea, pues prefieren que siga todo igual, que sigas fingiendo lealtad incondicionalmente, en lugar de desear que tú seas feliz y dejes de sufrir. Parece que no soy la única que le teme a los cambios.

Cuando no lo haces, te acusan de haber cambiado y de no reconocerte. Sí, es cierto, he cambiado. Estoy harta de vivir encerrada en mi propia concha y mi actitud va a cambiar a partir de ahora.

No voy a seguir complaciendo el frágil ego de los demás.
Voy a ser sincera conmigo misma.
Voy a quererme,  valorarme  y  respetarme.
Voy a dejar de buscar la aprobación de los demás.
Voy a dejar de temer el rechazo y los cambios.

Lo siento por los que se sientan amenazados por mi evolución, pero no me voy a echar atrás.
Voy a destruir mi concha capa a capa. Me llevará mi tiempo, pero no voy a rendirme.

¡Prepárate mundo, que voy a abandonar mi concha!

sábado, 5 de noviembre de 2011

PROVERBIOS CHINOS


 "Cuando el genio apunta a la Luna, el tonto se queda mirando el dedo."

martes, 1 de noviembre de 2011

EL TAROT O EL ARTE DE LA ADIVINACIÓN

Adivinar el destino es tan antiguo como el hombre, en la antigüedad ya encontramos figuras como los chamanes, videntes, brujas, oráculos, nigromantes, druidas, sacerdotisa y un largo etcétera.

Para leer el futuro sólo hacen falta 2 cosas: creer que el destino está escrito en algún lugar y alguien capaz de leerlo, porque no nos engañemos no es algo que el común de los mortales pueda hacer, es algo destinado sólo a algunos pocos tocados por el don de la videncia.

A estas alturas la creatividad en el medio usado para la adivinación raya la burla. Tenemos los temas clásicos: cartas (tarot, ángeles, egipcio, baraja española), las palmas de las manos, el cráneo, los astros, tripas de animales muertos, runas, huesos de pollo, posos de té, la wija, la bola de cristal, el I Ching o con péndulos. 

Y tenemos la modernización, que parecen surgir más por una necesidad de dar la nota que por su efectividad: en conchas, a poder ser todas iguales así la lectura es más clara; hortalizas; piedras, mejor si son preciosas así se puede cobrar más; en el iris; con el pulpo Pol; en la cera de las velas; en la yema de un huevo, que sí, que cascan un huevo delante de ti y si la yema está a la izquierda, si está a la derecha, que si es más amarillo que naranja (un poema en toda regla).

Los tarotistas hace unos años se imbuían de toda una parafernalia estética destinada a afianzar su profesionalidad, así como, usaban una jerga específica para la realización de su trabajo.

Hoy día sin embargo, con la aparición de una nueva modalidad, el “teletarotista”, que abunda desde hace un tiempo en prácticamente toda cadena de televisión que se precie. Podemos observar un declive en la estética y profesionalidad de los invidentes, perdón videntes. Es muy fácil  observar el entorno que los rodea, básicamente porque no hay mucho que observar. Un fondo de un color liso, una planta de plástico a un lado y una pantalla que muestra imágenes de un supuesto misticismo.

El profesional situado tras una mesa de lo más anodina, luce un traje de lo más simplón, mientras se pasa el rato mirando las musarañas mientras espera que una inocente víctima caiga en su telaraña.

Dónde quedan aquellas decoraciones fastuosas a la par que horteras, llenas de espejos, candelabros con velas encendidas, calaveras sobre la mesa (que imponía respeto), esas dagas de aspecto satánico, que creaban una atmósfera de fiesta de Halloween que impresionaba.

Más llamativo me resulta aún como han perdido en cuestión de locución. Antes te metían un rollo con palabrejas largas y conceptos más abstractos que terrenales y ahora tienes suerte si das con uno que sepa vocalizar correctamente y más difícil aún que sepa usar palabras de más de 2 sílabas. Siéntete súper afortunado si cuando termina la consulta no te llevas a cuestas una maldición.

Tenemos en este preciso momento una “teletarotista” que va más allá en el desempeño de este arte, te da la respuesta a tu consulta ¡sin haberte echado las cartas! Con las cartas en la mano, sin barajarlas, ni cortarlas, ni hacer ver siquiera que mira la carta superior para disimular. Ofrece una respuesta tan firme y contundente como un simple ¡NO! Luego recuperando la compostura del profesional del destino se digna a echar las cartas y reafirmar su diagnóstico ¡NO!¡NO!¡NO!¡NO! con mucha contundencia mientras clava el dedo sobre cada una de las cartas, para reafirmar su vaticinio anterior.

Francamente yo echo de menos aquellos visionarios que te mareaban con léxico rimbombante, te cegaban con túnicas púrpura o te aterrorizaban con peinados estridentes. Pues pese a que su índice de acierto en la adivinación era francamente bajo, menos del 50% que eso es lo que estadísticamente según la ley de las probabilidades cualquier simple mortal podría lograr, daban un gran espectáculo. Y echarse unas risas nunca viene mal.

Una de las mejores cosas de esta doctrina, es que ellos no se equivocan, no nos confundamos. Al conocer nuestro destino, nuestros actos conscientes o inconscientes, hacen que éste cambie, por eso nosotros tenemos la culpa de que ellos parezcan incompetentes y que no acierten ni una.

Así que ya veis la complejidad de la situación, si conozco mi sino puedo actuar y éste cambia, así que ya no es el destino que conocía y vuelve a ser incierto para mí.

Nada más lejos de mi intención juzgar a nadie, pues yo creo que cada cual es muy libre de creer en lo que quiera o le haga sentir bien consigo mismo. Pero no debemos olvidar a la hora de pedir ayuda, que existen muchos desalmados dispuestos a aprovecharse de las vulnerabilidades ajenas sin ningún tipo de escrúpulos.

¡¡¡Que tengáis un gran Destino!!!