domingo, 4 de septiembre de 2011

MI VIDA COMO UN HAMSTER

Vivo en una jaula con una rueda en la que me paso la mayor parte del día pedaleando sin cesar sin llegar a ninguna parte.
Esa rueda representa la dinámica diaria de la vida. Las tareas que absorben mi tiempo y mi persona, en definitiva la convierten en rutina aburrida y hacen que cada día parezca igual al anterior.
Esas tareas son un círculo vicioso y difícil de romper. Porque para romper el hábito  hay que darse cuenta de que existe y luego desear cambiarlo. Si te conviertes en uno de los afortunados que consigue frenar la rueda de su vida te enfrentas a una nueva tarea descomunal.
Investigar ese nuevo mundo que es la jaula. Como toda cosa desconocida la percibimos más como una tierra hostil que como un patio de juegos.
Así que la mayoría volvemos a la rutina de la rueda que nos da seguridad, por lo mucho que la conocemos y no porque nos hace felices.
Como buenos hamsters debemos decidir si nos adentramos en la aventura de descubrir nuevos caminos o nos sometemos a la esclavitud de la rueda que gira sin llegar a ninguna parte.

1 comentario:

  1. Buenísimo el texto. Habemos tantos que no dejamos de rodar en la rueda...

    Un abrazo

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