Según los datos del Centro Aeroespacial Alemán (DLR), en la madrugada del día 23 de octubre el satélite ROSAT se precipitó a la Tierra.
Afirman que dada la velocidad de su rotación, tardaba 90 minutos en dar una vuelta completa al planeta, no saben donde cayó. Pero tranquilos que ya aseguraron que no caería sobre Europa, África o Australia. A los que viven en la parte del planeta restante, aseguraos de que amigos, familiares y mascotas están localizados sanos y salvos. Ya que parece que el DLR ha aprendido de la NASA y no da muestras de tener un gran interés en descubrir el lugar donde cayó el satélite.
Hay un dicho que es: “no hay dos sin tres”, yo no descartaría que pronto tuviéramos que otear el cielo en busca de otro satélite artificial cayendo descontrolado.
Dónde quedan aquellos buenos tiempos en que nuestra máxima preocupación que venía del espacio, era que un meteorito chocara con la Tierra y extinguiera todo rastro de vida.
A mí no me cabe duda de que en el futuro este tema será material de leyendas o cuentos de miedo para Halloween.
Cada vez están mandando más satélites, mas telescopios y más de todo. Asi que seguramente en un futuro seguramente que se caigan satélites será más frecuentes
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