Vivo rodeada de gente que siempre tiene razón, jamás se equivoca y nunca da su brazo a torcer.
O sea, son Dios reencarnado en la tierra, y ellos no lo saben, solo lo intuyen.
Estar cerca de estas personas es agotador, estar en desacuerdo con ellos deriva en una batalla campal, no escuchan por lo que no se puede razonar con ellos, retuercen los argumentos, dicen sandeces a cada cual más grande y gritan a más no poder para reafirmar su sin razón.
Nunca dan su brazo a torcer porque eso significaría que se han equivocado y eso los haría implosionar y desaparecer en la masa del universo.
Nunca ganarás una conversación con ellos, así que yo no les hago ni caso, no discuto y me meto en mis cosas. Por grande que sean las BURRADAS que dicen. Ellos no quieren participar del noble arte de la conversación. Sólo quieren reafirmarse a ellos mismos y su frágil ego. No quieren aprender, ni crecer como personas, pues esa es la belleza de las interacciones sociales, descubrir puntos de vista distintos a los nuestros y aceptarlos, como nos guasta que acepten los nuestros.
Yo los dejo por locos, pues no tengo ni el tiempo ni la energía suficiente para lidiar con ellos.
hola,
ResponderEliminarY tu tienes razón ce tomar esa aptitud..
saludos
sería igual intentar lidiar... seguirían sin ver todo lo que hay por aprender
ResponderEliminarsaludos
todo esto es parte de la vida,la idea es no es contaminarse con energías negativas,me gustó ene tu blog, lleno de color y buena onda, un abrazo.
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