viernes, 20 de mayo de 2011

15 - M



Después de la manifestación pacífica del 15 – Mayo en la Puerta del Sol, donde los participantes fueron desalojados por la policía, podíamos escuchar al alcalde de Madrid “de cuyo nombre no quiero acordarme”, decirle a un manifestante: “Hombre, es que no se puede ocupar la vía pública”.
Aparte de ser una excusa pobre, daba la sensación de que ni él mismo se la creía.
Pero a mi me hizo recordar, un día entrañable de hace un mes aproximadamente, en que miles de estudiantes se reunieron, en la vía pública para celebrar el botellón de primavera, con la única finalidad de llegar al coma etílico.
Estas reuniones generan malestar entre los vecinos, dejan un rastro de porquería a su paso, destrozos en el mobiliario urbano y este año hasta un muerto. Pero lejos de ir la policía a desalojarlos, se mandaron ambulancias a socorrerlos tras los efectos de la juerga.
Eso sí, a los manifestantes apolíticos que se reúnen pacíficamente, que no ensucian, no rompen nada, que sólo utilizan su derecho a expresar su disconformidad con los partidos políticos, el poder económico y los sindicados, se los trata como delincuentes.
Después del 15-M la gente se ha adherido a este movimiento de forma espontánea. Son diarias las multitudes en puntos clave de muchas ciudades españolas, y pese a las prohibiciones, se acampa y se invade la vía pública hasta por la noche.

“Nos pedís austeridad desde el Mercedes”.

Esta proclama que plasma con certera puntería la cruda situación que vivimos a diario, es “el dedo en la llaga” del político más estoico, y en vísperas de elecciones ni te cuento.
Que lástima vivir en una democracia en que el derecho de expresión sólo vale cuando es para reflejar lo que a ellos les favorece y no lo que cada uno piensa libremente.
A mí me gustaría saber cuando los políticos se olvidaron de ser servidores públicos que se debían al pueblo, que promulgaban leyes para el bienestar de todos y se transformaron en seres codiciosos que solo se llenan los bolsillos a nuestra costa. Nos han convertido en ovejas para trasquilar y limones para exprimir, eso en mi lengua se llama esclavo, y no tiene cabida en la democracia que los políticos tanto alardean defender.

Ciudadana Descontenta

domingo, 1 de mayo de 2011

MADRE NO HAY MÁS QUE UNA



Como cada primer domingo de mayo es el día de la madre.
Una ocasión ideal para darles, un beso, un abrazo, un “te quiero” y un regalo.
Para algunas personas son unos días un poco comprometidos, por eso quiero compartir unas reglas básicas para sobrellevar este día.

REGLAS PARA QUEDAR COMO UN BUEN HIJO:
1-El beso: aunque habitualmente no seas muy afectuoso, este día toca sin falta darle un beso a tu madre. Aunque sólo sea porque te llevó 9 meses en su interior apretándole sus órganos internos indiscriminadamente.
Dale un BESO en cuanto la veas.

2-El abrazo: en el mismo momento del beso reafirma el significado del primero y refleja cercanía y afecto.
No hace falta que la estrujes y la dejes sin respiración, que no es uno de tus colegas.
Un abrazo firme y cálido será suficiente.

3-El “te quiero”: el afecto entre miembros de una familia se presupone, las acciones hablan por sí mismas en muchas ocasiones y nos olvidamos de hacerlo verbalmente. Estas dos palabritas son a menudo las más difíciles de pronunciar, si necesitas motivación piensa en cuantas veces ella te quitó los mocos con suavidad y no dejó que parecieras un engendro del averno.
DÍSELO no te matará.

4-El regalo: está absolutamente prohibido regalar electrodomésticos o útiles de cocina. Bajo pena de muerte o de quedar desheredado.
La función del regalo es el disfrute de la persona que lo recibe, no que ella haga algo para que lo disfrutes tú. El regalo debe ser algo personal para ella y que le haga ilusión.
RÓMPETE un poco la cabeza, que ella te aguantó sin apalearte cuando pasaste la edad del pavo.
PROHIBICIONES:
-Los hijos no asistiremos en horda a comer a casa de la madre. No le daremos un trabajo titánico en la cocina ni le dejaremos la casa y la cocina hechos unos zorros cuando nos marchemos. Eso ya lo hacemos todos los domingos.
Estiraros un poco y llevarla a comer a un restaurante a que la sirvan a ella, por 1 vez.

-No se le pide dinero a la madre aprovechando su sensible estado emocional.
Eso es una puñalada trapera.

-No mencionar a la consuegra y menos si es para decir algo bueno de ella.

-Si tienes un disgusto que darle, muérdete la lengua y mejor la llamas mañana y se lo cuentas.
A todas las mujeres que han tenido el valor de ser madres,
¡¡¡¡FELIZ DÍA!!!!