domingo, 27 de enero de 2013

Afirmaciones extraordinarias requieren siempre de evidencia extraordinaria.



Carl Sagan
Astrónomo y divulgador científico

domingo, 20 de enero de 2013

LÁGRIMAS DE COCODRILO



Esta expresión tan común se gestó cuando los primeros exploradores observaron que las mamás cocodrilo lloraban mientras devoraban sus crías recién nacidas.
Hace años que se descubrió que estos reptiles de sangre fría, aunque no optan al premio de “Mamá del Año”, sí cuidan los nidos llenos de huevos; cuando eclosionan, agarran con esas terroríficas mandíbulas a sus pequeñines con una delicadeza extrema, los protegen en su boca y los llevan al río donde las liberan para que inicien su independiente andadura.
Con este acto lleno e ternura se aseguran de que tengan más probabilidades de sobrevivir mientras son criaturas tan vulnerables.
Quedó demostrado que la utilización de la expresión “Lagrimas de Cocodrilo”, es por tanto, extremadamente errónea, cuando nos referimos a alguien sintiendo pena por nosotros mientras nos apuñala cruelmente.
Hace unos días pudimos ver a la Vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, emocionándose durante una rueda de prensa.
¡Inaudito!




Llegado a este punto, me atrevo, como siempre, a proponer una alternativa:
“LAGRIMILLAS DE SORAYA”