viernes, 30 de diciembre de 2011

FIN DE AÑO

Debería ser el día dedicado a San Cronos el Dios del Tiempo, pues seguro que no existe otro día en que tanta gente esté pendiente del reloj. Que debemos ser suficientes como para hacer un Record Guiness.  Como lo son la cantidad de rituales que existen para tener buen año, que debemos realizar el día 31 de diciembre.

Uno de los más conocidos es el de comer un uva con cada campanada que señala el inicio del nuevo año, si somos capaces de realizar tamaña hazaña tendremos un año lleno de buena fortuna. Esta tradición se inició en 1909 cuando hubo una sobreproducción de esta fruta y a los viñateros se les ocurrió que sería una buena manera de deshacerse del excedente. Por si no es lo bastante difícil comerse las uvas a la carrera se añade la presión de tener que pedir un deseo con cada grano del fruto de Baco. Que no tengo tan buena coordinación y menos después de la cena opípara y las copitas de cava.
Menos mal que no vivo en Italia, pues corre el rumor que ellos en lugar de comer una uva con cada campanada ellos toman una cucharada de lentejas, que ya me las veo y me las deseo para no atragantarme con la uva, no quiero ni pensar en lo que me pasaría con las lentejas.

Hay que ponerse ropa interior de color rojo ¿qué por qué? Pues ni idea. Si seguimos la línea de la tradición de las uvas y las campanadas, me da por imaginar que algún año habría un excedente de tinte rojo y a algún avispado se le ocurrió hacernos llevar alguna prenda roja para deshacerse de tanto tinte carmesí. Se agradece que eligieran que fuera ropa interior, porque si de repente aparecemos todos con ropa de color rojo, yo predigo que habríamos acabado en la hoguera acusados de pertenecer a un culto al demonio.

Poner un anillo de oro en la copa de cava, se dice que así atraerás el dinero. Yo más bien creo que es un plan maquiavélico de los profesionales de la medicina para que no les falte el trabajo. Pues corres más riesgo de atragantarte que de tener fortuna.

Deshacerse de las malas experiencias del año y entrar en el nuevo limpitos y relucientes. Debemos escribir en un papel las cosas que nos han afectado negativamente durante el año y que queremos dejar atrás. Luego lo quemamos y se supone que esas cosas que nos angustian se transmutarán y/o desaparecerán como lo hace el papel bajo el fuego.
Aunque seguramente lo que vamos a conseguir es quemar la casa. Y si estáis pensando que los bomberos idearon esta tradición para tener trabajo, os equivocáis. Los sacrificados bomberos quieren estar en el cuartelillo tomándose las uvas como cualquier hijo de vecino. Si se te quema la casa tienes que comprarte otra. Las constructoras están detrás de este ritual, no lo dudéis ni por un segundo.

Si quieres viajar a lo largo del año que llega, sólo tienes que coger una maleta y dar una vuelta a tu casa. Lo que nos faltaba, además de pasear al perro pasear la maleta. Pero bueno, para poder seguir viajando de vez en cuando yo hago lo que sea.
Deduciremos que: si pasear una maleta nos trae viajes, pasear una buena maleta nos traerá buenos viajes. Así que asegúrate de no hacerlo con la maleta cutre o igual acabas viajando a Benidrom en el tren borreguero. Como estamos comprobando detrás de cada tradición hay el interés monetario de alguien, aquí yo diría que es de los vendedores de maletas.

Encender velas también es una gran costumbre para este día. Cada color significa una cosa distinta que queremos atraer hacia nosotros.
Azul – paz
Amarilla – abundancia
Roja – pasión
Verde – salud                                      
Blanca –  protección
Naranja –  inteligencia
Morado - éxito
Violeta - serenidad
Gris-sabiduría
Rosa- amor
Dorada-riqueza
O sea que al final he gastado un dineral en velas, que mi hogar parece más una iglesia que una casa. Y así he ayudado a fortalecer la economía de los apicultores que desde la invención de la sacarina andaban un poco alicaídos.

¿Quién no ha hecho la dichosa lista de propósitos para el año nuevo? ¿Y quién ha sido capaz de llevarlos a cabo? Aún con la imposibilidad de lograr esa hazaña nos empecinamos en rompernos la cabeza buscando tareas para hacer (somos masoquistas), pero la tradición es la tradición.
  Dejar de fumar.
  Empiezo el régimen.
  Ir al gimnasio.
  No criticaré a mis conocidos.
  Viajaré.
  Seré puntual.
  No mentiré.
  Seré generosa.
  Tendré una afición.
  Aprenderé a tocar un instrumento.
  Llamaré una vez a la semana a mi madre.
¡Esto está chupado, este año lo consigo!


Que estrés los últimos minutos del año. Concretamente 5 para las 12 y aún estamos repartiendo las uvas. Y yo necesito más tiempo que me pelo y despepito cada grano, que sino, no soy capaz de comérmelas. Creo firmemente que hay dos tipos de personas en el mundo: las que se las tragan como las gallinas y las que las acumulan en los carrillos como las ardillas. De estas últimas soy yo.
En estos momentos es cuando  agradecemos haber tenido un profesor estricto de matemáticas cuando éramos pequeños. Que después de toda la vida con el mismo ritual aún hay gente que se lía y cuenta mal las campanadas.
Faltan 5 segundos para las campanadas. Estamos todos requete concentrados con una uva en la mano para no perder ni un milisegundo, como si fuéramos atletas a punto de empezar los cien metros lisos.
DONG
-Ahora, ahora.
-Que no abuelo, que son los cuartos.
DONG
-Pues yo ya me he comido una –dice la tía Josefina-.
-¿Y qué cuarto es?
DONG
-El segundo.
-El tercero.
-Callaos, que no oigo.
DONG
-Sube el volumen del sonotone abuela.
DING-DONG
-Ahora sí –esta es mi madre, tendría que haber sido comandante del ejército-.
Todo el mundo se calla y empieza a engullir los granos con un noble esfuerzo de coordinarlo con las campanadas.
DING-DONG
Una uva atraviesa rodando la mesa, perece que no está conforme con su destino y huye despavorida.
DING-DONG
La tía Josefina se está poniendo morada. No morada de comer, sino del color.
DING-DONG
En el plato de los demás quedan 5 uvas.
DING-DONG
Y en el mío 8. ¿Será que las mías son de cepa mutante y se multiplican en el plato?
DING-DONG
-Cómo corre el condenado –este es el tío Raimundo-.
No hay que mirar a los demás bajo ninguna circunstancia.
DING-DONG
Menudas caras de concentración. Campanada, uva a la boca, un bocado, tragar y repetir. Que ni las clases de aerobic son tan coordinadas.
DING-DONG
He mirado a mi hermano, estoy perdida.
DING-DONG
Estallo en carcajadas.
DING-DONG
Mi madre me mira con el ceño fruncido, nunca le ha gustado la rebeldía.
DING-DONG
Este año tampoco me acabo las uvas a tiempo.
DING-DONG
¿Pero hay mejor forma de empezar el año que riendo?





¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!

viernes, 23 de diciembre de 2011

YA ESTÁN AQUÍ

Si tenéis dudas de que los alienígenas existen, yo tengo la prueba irrefutable de que existe vida extraterrestre y de que además viven entre nosotros: LA NAVIDAD.

¿Hay algo más ageno  al ser humano que: “Paz, amor y prosperidad”?
Sólo hace falta fijarse un poco en su cabeza visible, el Señor Kringle, Santa para sus colegas. Este señor mayor, rubicundo y de mejillas sonrosada, que siempre está feliz y tiene un JO, JO, JO para todo el mundo,  no puede ser humano.

Fijémonos en su forma de vestir. No en este traje de felpa rojo con ribetes de un blanco esponjoso, ni en ese cinturón de los mosqueteros. NO, centrémonos en el color: carmesí. Y no es que yo tenga nada personal contra ese color, sino que en los años treinta una popular marca de refrescos popularizó esa figura de origen escandinavo que vestía de verde. Sí señores, sí, de verde. Que qué tengo contra el color verde. Yo personalmente nada y me imagino que los hombrecillos verdes, menos aún.

Hablemos un poco de la fauna alienígena que se ha adaptado tan bien al planeta que hasta nos parecen autóctonos.
Los renos de Santa, ¿desde cuando un reno terrícola puede volar? Y ya no digamos que se le ilumine la nariz como una bombilla como le sucede a Rudolf.
Esos renos son 100% ADN alienígena.

Centrémonos ahora en los villancicos, canciones de origen popular destinadas a ensalzar las virtudes de la Navidad. Pero que si nos fijamos con atención están plagadas de significados ocultos. Por ejemplo y siguiendo con la fauna vamos a analizar  la canción “Los peces en el río”. 
Nos centraremos en la estrofa:
“Pero mira como beben los peces en el río.
Pero mira como beben por ver al Dios Nacido.
Beben y Beben y vuelven a Beber.
Los peces en el río por ver a Dios Nacer”.

Quién no ha visto alguna vez un pez en la orilla del río con una jarra en la mano que pone “I Love Las Escamas” tomándose un traguito de agua de río.
Eso no es terrícolamente posible.


Para llevar a cabo sus planes de dominación mundial, el Señor Kringle vive todo el año en su base secreta del Polo Norte. Que digo yo, si quieres convertirnos a todos bajo el lema: “Amor y Generosidad”,  no debes ocultarte a los ojos del mundo. Sino plantarte en mitad de Times Square con un megáfono y desgañitarte como un condenado, porque hoy día nadie escucha a no ser que seas un heat en youtube.

Y qué me decís de sus ayudantes, los Elfos. Bajitos, alegres y de orejas puntiagudas. En realidad son Vulcanianos. Altos, regios y lógicos hasta el desmayo. Los elfos son una fachada creada para ocultar como son en realidad y que no nos sintamos amenazados por su intelecto superior. 

PAZ, AMOR Y PROSPERIDAD
Un hermoso lema que surge de repente de nuestro subconsciente en cuanto las calles son transformadas con los adornos navideños. Nos aferramos a la tradición aunque no creamos en ella. Nos reunimos con la familia con la que no hablamos en todo el año. Compramos más de lo que podemos pagar y queremos más de lo que podemos tener. Nos convertimos en consumidores compulsivos, pero de Paz, Amor y Prosperidad, nanai.

Estaba yo comprando  para celebrar las fiestas con mi familia y una señora pasó con el carro por encima de mi pie y ni paró a pedir disculpas. Un señor me incrustó el codo en las costillas en su afán de pasar por donde no cabía. Una viejecita casi me da con el bolso porque yo tenía en la mano la última caja de mazapanes que le gustaban a su hijo. Un conductor me increpó porque según él no cruzaba lo bastante deprisa por el paso de peatones. Me han robado el monedero mientras hacía cola para subir al autobús. Un adolescente me taladró los tímpanos con su música a todo volumen y una chica me dio un pisotón en el pie que ya me habían atropellado.
Al fin llegué a mi dulce hogar como si hubiera estado jugando al rugbi sin protecciones y realmente me di cuenta de que los terrícolas estamos a salvo de la colonización pacífica.

Estos alienígenas no saben con quién se han metido, llevan décadas extendiendo sus tentáculos e intentando que vivamos bajo su lema de Paz, Amor y Prosperidad, pero ellos aún no han aprendido que:

¡¡¡LOS TERRÍCOLAS NUNCA SEREMOS COLONIZADOS!!!







jueves, 22 de diciembre de 2011

domingo, 11 de diciembre de 2011

ESTRELLA ERRANTE



Me encanta esta canción que forma parte de la banda sonora de la película “La leyenda de la ciudad sin nombre”. Film del oeste sobre el nacimiento de una ciudad durante la fiebre del oro, en tono de comedia musical. Con actores de la talla de Lee Marvin, Clint Eastwood y Jean Seberg. 

Yo vi esta película de adolescente y me encantó. Rompe el estereotipo de los westerns con hombres subidos a caballo disparando sin cesar y plantea la creatividad del ser humano a la hora de adaptarse a nuevos retos.

En este video no dejéis pasar el diálogo entre dos personajes que hay al principio, toma un aire filosófico que me recuerda mucho a Doctor en Alaska.

Esta canción que a mí me pareció insuperable. Y la voz cavernosa de Lee Marvin, me enamoró.

lunes, 5 de diciembre de 2011

HE APRENDIDO


HE APRENDIDO

He aprendido que nadie es perfecto… hasta que te enamoras.

He aprendido que la vida es dura… pero yo lo soy más.

He aprendido que las oportunidades no se pierden jamás…
las que dejas escapar las aprovecha otro.

He aprendido que cuando siembras rencor y amargura… la felicidad se va a otro lugar.

He aprendido que debería usar siempre buenas palabras…
porque a lo mejor mañana me las tengo que tragar.

He aprendido que una sonrisa es un método económico…
para mejorar mi aspecto.

He aprendido que no puedo escoger como me siento…
pero siempre puedo hacer alguna cosa al respecto.

He aprendido que cuando mi bebé me coge el dedo con su manita… me tiene atrapada de por vida.

He aprendido que todos queremos estar en la cima…
pero que la verdadera felicidad la encontramos por el camino.

He aprendido que hay que disfrutar del camino…
y no pensar solo en el objetivo.

He aprendido que es mejor dar consejos sólo en dos circunstancias… cuando te los piden y cuando tu vida
depende de ello.

He aprendido que cuanto menos tiempo malgasto…
más cosas hago.







Este texto es anónimo y me llegó por mail.
Me pareció tan interesante que decidí compartirlo con vosotros.
Desde aquí: gracias al autor.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

RISOTERAPIA


Como su nombre indica, obviamente, es una terapia en la que se ríe.

Yo imaginaba un grupo de personas reunidas en una sala obligadas a reír sin más ni más. Francamente yo lo veía bastante complicado, pues yo no soy capaz de reír sin algo que me haga gracia. Y lo veía como algo un poco excéntrico.

Así que cuando se me presentó  la oportunidad de participar en una sesión de risoterapia, la aproveché sin dudarlo, todo en pos de la investigación intelectual. O sea, salir de dudas.

Tras una pequeña presentación de las funciones cerebrales:

El cerebro se divide en dos hemisferios, cada uno controla la mitad inversa del cuerpo y sus funciones están muy bien definidas. (En realidad el cerebro se divide en muchas más partes cada una con su finalidad, pero no hablaré de ellas pues en este contexto no tienen relevancia).

El hemisferio cerebral izquierdo se encarga de la memoria, de la lógica, las matemáticas, mide el tiempo, planea procedimientos paso a paso, verbaliza y contiene la capacidad de leer y escribir. Normalmente está siempre activa, pensando y organizando y proyectando hacia el futuro nuestros actos, con lo cual estamos siempre viviendo en el futuro y nunca desconectamos.
El Hemisferio cerebral derecho controla todo lo relacionado con la creatividad, la percepción, la creación de nuevas ideas, la intuición, trabaja con imágenes, símbolos, sentimientos y nos permite soñar. Nos permite vivir en el momento presente.

Por eso oímos mucho últimamente, que cuando alguien miente dirige la vista hacia la derecha, porque está intentando crear una mentira con el hemisferio derecho del cerebro. Y cuando se dice la verdad que miramos hacia la izquierda porque queremos acceder a los recuerdos y se activa el hemisferio izquierdo.

Los niños pequeños utilizan mucho el hemisferio derecho, ¿quién no ha contemplado a un niño realizar una actividad con tal concentración que el mundo que lo rodea parece haber desaparecido? Ellos no proyectan hacia el futuro, no piensan en lo que tendrán que hacer cuando lleguen a casa, solo disfrutan de estar jugando en el parque, viven el momento.

Y precisamente eso es lo que se pretende lograr con las sesiones de risoterapia. Desconectar la parte lógica y trabajar con la parte creativa para vivir el momento y dejar las preocupaciones y responsabilidades aparcadas durante un rato y relajar la tensión y sentirnos mejor.

Cuando reímos generamos endorfinas, son unas pequeñas proteínas creadas por el organismo, también se les llama “hormonas de la felicidad”, estructuralmente son muy parecidas a sustancias como la morfina, la heroína y el opio, pero careciendo de sus efectos secundarios. Las endorfinas estimulan los centros del placer cerebral que ayudan a mitigar el malestar y el dolor, trabajando como analgésicos. También contribuyen a mantener el sistema inmunitario fuerte y ahuyentan la depresión, haciendo que nos sintamos positivos y más saludables. Mientras reímos, con cada carcajada movemos 400 músculos del cuerpo, así que es tan importante como hacer ejercicio regularmente.

En la sesión de risoterapia debemos empezar por dejar la vergüenza en la puerta y luego realizar unos ejercicios que llamaríamos psicomotrices. En los que intervinieron tanto la expresión corporal como la creatividad. Después de disfrutar, reír y sudar más que en una clase de aerobic durante casi 2 horas, vino la parte del relax.

Tumbados en el suelo nos relajamos con una luz suave y la consigna de relajarnos y reír o no reír, según nosotros mismos. Tengo que decir que al principio todos estábamos calladitos, pero solo hizo falta un pequeño comentario y nos reímos a carcajadas, nos fuimos contagiando unos a otros, hasta que nos dolía el estómago del esfuerzo. 

Como colofón, un ratito de meditación para acabar de templar la mente.

La experiencia fue sumamente satisfactoria, divertida y relajante.

Si alguna vez tenéis la ocasión de asistir a una sesión de risoterapia, aprovechadla.







¡¡¡MUCHAS CARCAJADAS PARA TODOS!!!

jueves, 24 de noviembre de 2011

LA AUTOESTIMA



Es una esfera de luz radiante que anida en nuestro ser.

Es la fuente de nuestra felicidad. Cuando la tenemos bien, nos sentimos seguros de nosotros mismos, podemos aceptar una crítica sin hundirnos, no nos tomamos los giros de la vida a la tremenda, podemos reír y disfrutar de cada momento con alegría. En definitiva ser feliz.

Si por el contrario tenemos la autoestima baja, los problemas son una montaña insalvable, lo vemos todo negro, cualquier comentario es una ofensa imperdonable, la envidia y el rencor dominan nuestros pensamientos y vivimos sumidos en un estado de temor e infelicidad perpetuo. 

Tenemos que valorarnos, querernos y aceptarnos a nosotros mismos, si deseamos que los demás lo hagan.
El tipo de energía que desprendemos es el tipo de energía que atraemos. Si nos sentimos poca cosa, que no valemos, que no somos dignos de recibir amor, atraeremos personas que buscan abusar de los demás para creerse ellos superiores y hacer más grande su ego.

La autoestima es sumamente frágil y no la cuidamos y valoramos como merece, y cuando está por los suelos requiere de mucho esfuerzo volver a tenerla en un nivel saludable.
Por eso cada mañana:

Mírate al espejo sin juzgarte y acéptate tal como eres.
Quiérete.
Si te has equivocado, aprende de ello y sigue adelante sin flagelarte.
El temor a lo desconocido te puede bloquear, los cambios no traen cosas malas, son momentos para aprender y evolucionar.
Evolucionar es mejorar.
No dejes que los miedos de los demás, camuflados en grosería, maldad o rencor, te afecten.

¡¡¡Hoy voy a ser feliz!!!







jueves, 17 de noviembre de 2011

LA APUESTA

Recuerdo que hace un tiempo fue noticia de noticiario televisivo, como un hombre sin trabajo ni hogar, había cambiado 1 clip (sí, un clip de esos para mantener juntas las hojas), por una casa.

Con mi amiga Cristina la discusión la tenemos asegurada. Ella se lo cree todo, y yo no me creo nada. Aunque hubiera realizado 1000 trueques no lo lograría. Contaban que había cambiado un clip por una goma de borrar, bueno vale un clip vale 3 céntimos y una goma 15, hasta yo me habría podido permitir eso, pero nadie cambiaría una goma por algo de un valor muy superior hasta conseguir una casa.

Si fuera tan fácil todos lo haríamos, la mía por favor, que sea de 2 plantas, 1000m2 de jardín y piscina climatizada. ¡Venga ya!

Y como no nos poníamos de acuerdo decidimos hacer un experimento, nada tan osado como querer conseguir una casa, pero si conseguir que un mensaje diera la vuelta al mundo. Hoy día tampoco parece gran cosa, pues estamos hartos de recibir mails que han recorrido el planeta 3 veces y que si rompes la cadena quedarás maldito para siempre.
En fin que con el objetivo definido nos encontramos rompiéndonos la cabeza para hacer un pps que valiera la pena reenviar. No fue tarea fácil, así que optamos por contar lisa y llanamente lo que estábamos haciendo, en espera de que la gente lo mandara a sus conocidos o lo borrara a su discreción.

Analizando el tema más profundamente nos dimos cuenta que si hubiéramos puesto un macizorro y/o macizorra ligeritos de ropa el mensaje se habría difundido ya hasta la Luna, aunque es cierto que es un estilo que no va con nosotras. A todos aquellos que creéis que hacer un pps, que resulte lo bastante interesante como para enviarlo es fácil, os reto a que lo demostréis y luego me avisáis.

Después de terminar el pps y subirlo a la web de almacenaje slideboom, el día 9 de junio del 2011 la difusión, empezando por nuestros contactos.
Un tiempo después ya no podía aguantar más la incertidumbre y empecé a indagar sobre la reacción de nuestros conocidos. Algunos se quedaban en blanco como si  no supieran de que les hablaba, otros decían haberlo enviado pero se les notaba a la legua que mentían y otros decían que no se habían acordado pero que lo harían esa misma tarde.
Resultaron ser unos sondeos alarmantemente desmoralizadores, pues yo entiendo que un extraño no le interese siquiera colaborar, pero que un amigo no haga ni dos clicks al ratón por echarte una mano a mi me resulta sumamente revelador.
Total que creo que el pps ha salido del puerto de mi ordenador y el de mi amiga y de ahí no va a pasar.
Cristina que es un sol optimista, cree que aún queda mucho tiempo para acabar la apuesta y que seguro que el pps va dando saltos por el mundo, aunque nosotras no lo sepamos.

Así que esta es la historia que nos llevó a meternos en este lío.

En honor a la deportividad debo decir que el que lo desee lo puede descargar y mandarlo a los amigos, a ver si vosotros tenéis más suerte que nosotras. Y a ver hasta dónde llega.



Si te estás preguntando que nos apostamos…  mala suerte, no te lo voy a contar.

domingo, 13 de noviembre de 2011

LA CONSPIRACIÓN DEL CALCETÍN

Queridos colegas, amigos y seguidores, hoy voy a adentrarme en un tema muy importante del que nadie se atreve a hablar: La desaparición de los calcetines en la lavadora.

Porque quién no conoce a alguien, que conoce a otro al que le ha pasado.
No hay nada más desconcertante que estar emparejando los calcetines y descubrir que 1 se ha quedado “single”.

Que como buenos homos sapiens sapiens, primero vamos a comprobar que no se haya quedado en el tambor de la lavadora; cuando no lo hayamos, decidimos hurgar en la cesta de la ropa sucia, ahí es donde empieza el pánico. Y nos desesperamos al mirar en la canasta de la ropa limpia a ver si se ha quedado allí escondido.

El miedo aflora cuando decidimos organizar una búsqueda en toda regla por toda la casa, debajo de los cojines del sofá, debajo de los muebles, en las macetas, el susto sería mayúsculo si lo encontráramos en algunos de estos lugares pues significaría que ha criado piernas y se ha ido solito.

Después de poner la casa patas arriba sin resultado alguno, nos damos cuenta que la única explicación lógica es aterradora: ¡La lavadora se ha comido el calcetín!
Está claro que esto es 1 conspiración de las casas que fabrican electrodomésticos que se han aliado con los fabricantes de calcetines.

Muchos pensaréis que los tambores de vuestras lavadoras son una sola pieza maciza por la que no se puede escurrir un calcetín. ¡Eso es lo que ellos quieren que creáis!

Pues las lavadoras llevan implantado el DSP o “Dispositivo de Succión Polarizado”. Este es un sistema muy ingenioso, que camufla una trampilla que se activa al poner en marcha la lavadora (no intentéis verificar su existencia poniendo la lavadora vacía en marcha, yo ya he comprobado que son muy astutos y en esas circunstancias el DSP no se activa), y cuando la máquina acaba el ciclo de lavado, el campo polarizado lo vuelve indetectable.

Muchos se ríen de mi teoría. Algunos para desdeñar esta conspiración aseguran que si fuera cierto se perderían los calcetines a pares y no de 1 en 1.
Angelitos, las Fuerzas de la Coalición de la Franela (FCF), quieren que sepamos el poder que tienen, controlan nuestro consumo de calcetines como un tirano recauda los impuestos a sus vasallos. Si desapareciera un par completo seguramente no nos daríamos ni cuenta, pero si tienes 1 calcetín sin pareja, seguro que te percatas de que algo pasa.

Y si no crees en ello es porque nunca te ha pasado, cuando se te estropee la lavadora y venga un técnico a arreglarla no le quites el ojo de encima, pues son agentes encubiertos de la FCF que pueden instalar el DSP sin que te des cuenta.
Despertad consciencias y rebelaos contra La Conspiración Del Calcetín, neguémonos a caer en sus redes y seguir como borregos sus manipulaciones.

¡Dejemos de usar calcetines!

No me gusta usar zapatos sin calcetines, argumentarás. ¡Quejica! Pues usa sandalias.
Y luchemos juntos contra el engaño y el control.

Si queréis participar en las diferentes actividades anti FCF podéis contactar conmigo en:
www.odioloscalcetines.algodon.com

¡ABAJO LA CONSPIRACIÓN DE LOS CALCETINES!

lunes, 7 de noviembre de 2011

VIVO DENTRO DE UNA CONCHA

Una concha creada por mí, capa a capa desde que era niña. Una concha que me protege  a la vez que me atrapa dentro.

La creé para protegerme del rechazo, la carencia de afecto, el temor al fracaso y la vulnerabilidad emocional.

A la vez que me protegía mostraba una imagen de mi diferente a la realidad.

La realidad es que guardaba en mi interior mis emociones y pensamientos, y mostraba un aspecto feliz mientras sufría por dentro.  Por temor e inseguridad le decía la gente lo que quería oír y me callaba para mí mis pensamientos y opiniones. 

Esta situación satisfacía a los demás, encantados de tener siempre la razón, pero a la larga,  a mí no.

Cuando llega el día en que decides romper la coraza bajo la que te proteges, todo cambia.

A los que te rodean no les gusta. Ellos prefieren que sigas siendo dócil y así poder seguir reafirmando sus egos. Se sienten tan amenazados y desorientados que se comportan como si les estuvieras golpeando con un bate, se ofenden y enfadan y pretenden que tú vuelvas a tus hábitos para que ellos se queden tranquilos y a gusto.

Ahí es donde te das cuenta de lo poco que realmente le importas a la gente que te rodea, pues prefieren que siga todo igual, que sigas fingiendo lealtad incondicionalmente, en lugar de desear que tú seas feliz y dejes de sufrir. Parece que no soy la única que le teme a los cambios.

Cuando no lo haces, te acusan de haber cambiado y de no reconocerte. Sí, es cierto, he cambiado. Estoy harta de vivir encerrada en mi propia concha y mi actitud va a cambiar a partir de ahora.

No voy a seguir complaciendo el frágil ego de los demás.
Voy a ser sincera conmigo misma.
Voy a quererme,  valorarme  y  respetarme.
Voy a dejar de buscar la aprobación de los demás.
Voy a dejar de temer el rechazo y los cambios.

Lo siento por los que se sientan amenazados por mi evolución, pero no me voy a echar atrás.
Voy a destruir mi concha capa a capa. Me llevará mi tiempo, pero no voy a rendirme.

¡Prepárate mundo, que voy a abandonar mi concha!